
Ya le dieron el premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, la líder de la oposición en Venezuela. Llegó a Estocolmo un día tarde, porque tuvieron que sacarla de incógnito y con apoyo de Estados Unidos y Holanda. Le preguntaron a la presidenta Sheinbaum que qué opinaba del hecho y se negó a felicitarla o emitir cualquier comentario. El “llegamos todas” fue sustituido por un “respetamos la autodeterminación de los pueblos”. A pesar de que ya nos metimos en conflictos con Ecuador, Perú; nos peleamos con Argentina, rechazamos los resultados en Honduras y avalamos el fraude electoral en Venezuela. La acusan de “traidora” por abandonar a su pueblo e ir a Suecia. ¿Y los que dejaron a los niños sin medicinas, sin seguridad a la mayoría y sin justicia a todos son demócratas y ejemplo de devoción al bienestar social? No parece posible… Alarcón en El Heraldo.