
Tras trece años de litigios, ayer la Suprema Corte deshechó de un jalón todos los amparos que había interpuesto Ricardo Salinas por un cobro injustificado de impuestos. Es que el acuerdo era por 13 mil millones a pagar a plazos y, al final, le van a pretender cobrar 33,000 millones al contado. Sí es una gran diferencia. ¿Lo peor? Sacaron todos los casos juntos, “acumulados” en el lenguaje legal, con lo que votando uno, desecharon todos. Y ocurre en el mero día del cumpleaños 72 de Ya-Saben-Quién, quien no logró ganarle legalmente en todo su sexenio y que, incluso, lo llevó a destruir el sistema judicial mexicano… porque, precisamente, argumentaban tan mal que no podían ganar casi nada. El tema es que ahora Salinas tiene 33,000 millones de razones para intensificar su campaña contra el gobierno y para ser el “outsider” que podría acabar con la 4T. Veremos. Jabaz en Milenio.