Veamos: nadie puede llamarse a sorpresa de que el Partido Acción Nacional, originalmente fundado con apoyo de la Acción Católica, un grupo de formación de cuadros de la Iglesia Católica que data de la década de 1930, fuera de inclinación… conservadora católica. Está en sus orígenes y en su filosofía. Y está bien: es parte de la llamada “Democracia cristiana”, un grupo de partidos que en todo el mundo pugnan por medidas liberales en lo económico y conservadoras en lo social. Y eso incluye tener una posición más bien negativa en temas de diversidad sexual, aborto y matrimonio igualitario. Y más en zonas de fuerte tradición católica, como el Bajío y el Occidente. Son honestos al decirlo: siempre ha sido parte de su enfoque. Pero… con los cambios en las juventudes, incluidas las católicas, la parte juvenil del PAN ¡en Guanajuato! pide que se apoyen las sociedades de convivencia, esta figura legal que da algo de respaldo a las familias homoparentales, sin llegar a ser “matrimonio” con todas las de la ley (como ocurre en Ciudad de México, gobernada por la izquierda desde 1997 y que tiene posiciones bastante más libres en esos temas). Horax en Milenio, también de Guanajuato, nos hace ver que el PAN tradicional y el modernizado van a acabar “divorciados” por esos asuntos del “matrimonio igualitario”. ¡Qué cosas!