
¡Vaya pifia! Uno de los motivos para hacer ajustes a la Suprema Corte de Justicia de la Nación es que “se gastaba mucho”. Bueno, la presidenta anterior tenía 6 asesores bien pagados, que nos costaban medio millón de pesos al mes, poco menos. Pero eso se acabó con la llegada de la Suprema Corte del Acordeón (o como dicen por allí, “de Sanación”, tras las curas y limpias que le han dado). Pues el actual presidente, Hugo Aguilar, tiene 97 asesores: 60 en su ponencia, 9 en la oficina de la presidencia y otros 25 en la Coordinación de Asesores. Eso sí, con “solo” 6 millones de pesos mensuales para nómina, en lugar de cobrar 90,000 pesos en promedio, cada asesor nos sale en poco menos de 62,000 pesos en promedio. O sea, casi un tercio menos de lo que costaba un carísimo asesor de Piña. Que el equipo sea 16 veces más grande es porque es más barato. Nadie se puede quejar. ¡Ya estamos ahorrando y se crearon empleos en la Corte! Chavo del Toro, en El Economista.
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