Vaya quemadas que lleva la “Suprema Corte del Acordeón” en sus primeras semanas de operación. Una, que despidieron a los asesores de los anteriores ministros, unos a menos de dos años de jubilarse; segundo, que tiene 625 asesores para el Pleno; pero algunos que formalmente solo llegaron a secundaria. Luego, que una de las ministras del bienestar pidió que no les sacaran a sus asesores “porque ellos son los que saben”. Otra, que votó en contra de una propuesta al pensar que su voto a favor de deshecharla era a favor de la propuesta original. Otra en que el ministro presidente declaró que “aunque los documentos digan que la demanda es por 64 millones, en realidad el adeudo es de más de 300 millones que no podemos obligar a que el gobierno los pague”. Y eso, sin siquiera abrir el expediente. En resumen, saben —-y muy bien-— de ideología pseudoindigentista. Pero de leyes… ni idea. Magú en La Jornada.