
Pues vaya el nivel de políticos que tenemos, tras ver al diputado y presidente nacional de PRI, liándose a golpes con el porro y presidente de la Suprema Corte. Porque ninguno de los dos tenía razón en hacer lo que hizo, y menos en el recinto cameral. Pero ya se las traían cantadas. Por eso, como dice Perujo, que para ese nivel, que mejor apuesten sus casas (presuntamente fruto de la corrupción) y nos vamos todos al palenque y no al Senado. Perujo en El Economista.