Crudo, duro y rudo el cartón de Paco Calderón. Antes, el tribunal electoral defendía a los electores. Ahora, defendió los acordeones en la elección judicial, ha dado las sentencias a favor de {DATO PROTEGIDO}, la alcaldesa de Acapulco y la gobernadora de Campeche, que han logrado callar a periodistas críticos alegando que sus observaciones a sus malversaciones de fondos son “violencia política en razón de género” y que no se puede hablar de ello -y hasta hay que disculparse-. El último cuadro corresponde a una tétrica escena del final de semana: una maestra se metió a taxista en Veracruz, para completar su ingreso; la agarraron unos delincuentes “por no pagar cuota” y presentaron un video de ella arrodillada y diciendo “hagan lo que les digan o terminarán como yo”. Ya encontraron muerta. Y la cínica gobernadora dijo que “los malos no le hicieron daño. Se murió de un infarto”. No, menos mal que los malos no se portan mal… Y el término que busca es “dictadura”. Clic sobre la imagen para agrandar.