Pues nada, que la diputada {DATO PROTEGIDO} pidió que ya se detenga la sanción a la tuitera Karla Estrella. Fue condenada por el tribunal a pedirle disculpas a {DATO PROTEGIDO} por preguntar si su último cargo se lo debía a su esposo, el también diputado (pero de otro partido), {DATO PROTEGIDO}. Con un criterio tan absurdo, que no puede mencionar el nombre de Diana Karina Barreras, sino que tiene que testarlo incluso en la sentencia que tiene que publicar por un mes. Pero ha sido tal la molestia de la sociedad y los memes y burlas que ha recibido, que ya le pidió al Tribunal que “suspendan la petición de disculpa”. Pues no, mi ciela: la ley es la ley y Estrella hará bien en cumplir la sanción, cual moderna Gandhi digital, que hace ver lo absurdo de una ley al cumplirla hasta el ridículo. Y ya se logró que su partido —-y sus aliados— digan que {DATO PROTEGIDO} no puede volver a ser candidata a nada, por el desprestigio y repudio social que ha generado. Total, que la pregunta que le había incomodado si acabó con su carrera política… pero no como temía originalmente. Horax en Milenio.