
Pues que en el caso del secretario de seguridad de Tabasco de Adán Augusto López, Hernán Barrera, quien era líder de un peligroso cártel, ya salió la misma defensa que usó Felipe Calderón en el caso de Genaro García Luna: “yo no sabía”. Y el dilema: si les creemos que no sabían, son demasiado inútiles. Y si sabían y callaron, son demasiado cómplices. Como sea, no salen bien parados. Pero… ya se sabe que los partidarios de un bando considerarán increíble el argumento del otro bando mientras validan el propio, y al revés volteado en el otro bando. Un lío de credibilidad, pues. Rapé en Milenio.