
Se quejó la presidenta de que EE. UU. no nos quiso informar qué había acordado con Ovidio Guzmán. Que era incorrecto que ese país “negocie con terroristas”. Pero el abogado del delincuente dijo que no había que compartir datos con el gobierno mexicano “porque son una oficina de relaciones públicas para los carteles”. Y recordó que en el caso de Cienfuegos, el anterior secretario de la Defensa, en que las autoridades americanas aceptaron deportarlo para ser enjuiciado acá, pero al final se le liberó y hasta se le condecoró sin mayor consecuencia. No quisiéramos decir que eso es falso, pero el cartón de Jabaz en Milenio nos recuerda que un funcionario que entonces estaba en Relaciones Exteriores se comprometió a enjuiciarlo… y ahora le toca negociar en contra de los aranceles.