Tres organismos del sector financiero mexicano fueron acusados de lavado de dinero y apoyo a organizaciones terroristas por parte de Estados Unidos. ¿La respuesta presidencial? “No hay pruebas… queremos pruebas… las acusaciones no tienen pruebas… exigimos pruebas”. Dijo “pruebas” 48 veces en la mañanera. ¿Por qué tan preocupados? Dos cosas: el miedo a corrida bancaria, ya que dos de las tres instituciones acusadas son cubiertas por el IPAB, pero tienen cartera equivalente al total de la disponibilidad del Instituto. Si tienen que pagarle a todos, se acaba el dinero para el resto del sistema. Y, la segunda, es que la casa de bolsa Vector es de Poncho Romo, ex jefe de la oficina de la presidencia de AMLO, y lugar donde trabajó hasta hace relativamente poco el ahora Secretario de Hacienda, Edgar Amador. Así que si se prueba, así sea por negligencia, la cercanía de Vector con “los malosos”, va a terminar salpicando feamente a la 4T… y no les da miedo, ¡les da pánico! Horax en Milenio.