
Pues ya se consumó el fraude electoral en la elección judicial. Seis de los once consejeros del INE, la mayoría, reportaron irregularidades, fraudes, inducción del voto, miles de boletas sin doblez, centenas con la misma caligrafía, casillas con más votos que votantes. Un cochinero, pues. Pero seis de los once consejeros del INE, la mayoría, avalaron la elección con todo y que el 85 % de los resultados coincidían con los acordeones circulados. ¿El argumento? Que fueron miles de casillas, pero las irregularidades graves (casillas con más votos que votantes, con boletas manipuladas y demás) eran demasiado pocas. Y que el uso de “acordeones” no puede considerarse suficiente para alterar el resultado. La Consejera Presidente aclaró que la votación válida era del 8 % del padrón, pero que “el pueblo se había expresado y había “que respetar la clara voluntad popular”. No, pues guau dijo el perro. Por eso, esta fraudulenta victoria va dedicada a Celso Piña, y no a Norma Piña, presidenta saliente de la SCJN., Horax en Milenio.
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