Que a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, y a su esposo, Carlos Torres, quien trabaja en el Ayuntamiento de Tijuana, les cancelaron sus visas para entrar a Estados Unidos el pasado 10 de mayo. El tema es que su residencia está en San Diego. También al menos dos bancos les cancelaron las cuentas. Y si bien no hay datos duros detrás del motivo, llama la atención algunas sospechas: 1.- Que en la prisión en Mexicali encontraron un laboratorio para producir fentanilo. Si, dentro de la prisión. ¿De verdad nadie sabía? 2.- Que, supuestamente (y es el motivo de los bancos para cancelar sus cuentas), no aclararon de dónde obtuvieron recursos suficientes para comprar más de 20 inmuebles en EE. UU., a través de empresas de las que son socios o con prestanombres. Y todo desde su nombramiento. 3.- El anterior gobernador, morenista también, la acusó de vínculos con la delincuencia. Pero, claro, con grupos distintos a los que usaba su antecesor. 4.- Que es una de las 46 personas de alto nivel a las que Estados Unidos tiene bajo investigación. Y si bien es de las menos comprometidas (ciertamente no está al nivel de sospecha de los gobernadores de Sinaloa o Tamaulipas), también es simbólica, pues vive en San Diego y su nivel de cruces es de los más altos entre los implicados. Pero, además, en la garita de San Ysidro se entregaron al FBI 17 familiares de Ovidio Guzmán un par de días después de que se anunciara que el Chapito va a declararse culpable en el juicio, y le será ofrecido el estatus de “testigo protegido”. A ver qué pasa. Así que lo que dice Rictus en El Financiero está claro: Le quitaron la visa por una fuerte sospecha… ¿De qué será?