Vaya que está complicada la elección de jueces. De entrada, hay distintas especialidades y niveles, desde Ministros de la Suprema Corte hasta jueces locales; luego, hay unas elecciones de alcance nacional y otras que tienen un par de alcaldías de la ciudad de México y poco más. Después, no pueden comprar publicidad ni en medios ni en redes sociales, por lo que apenas con el tráfico que generen viral podrán darse a conocer. Pero si desean hacer eventos presenciales, también tienen un techo de campaña. Total, que lo más probable es que algunos actores políticos conocidos recomienden a sus amigos candidatos, y que esos sean los ganadores. Hay poco para los demás. Es, como dice Hernández en La Jornada, ir a votar a ciegas. Y, para colmo, el conteo no lo harán los ciudadanos, sino el propio INE. Y, como por la naturaleza del ejercicio todos los participantes son abogados, ¡prepárense a ver la de recursos posteriores a la elección que van a promover!