Y tiene razón el cartón de Paco Calderón: podemos o no ser aficionados a la fiesta brava (en este espacio no lo somos), pero una decisión que puede sacar a la mayor plaza de toros del mundo de esa forma de cultura, debió al menos considerar la opinión de los afectados e involucrados. Y más, cuando se deja otra forma cultural igual de cruel con los animales, pero con menos aficionados en la capital. Porque no somos Aguascalientes, donde ambos espectáculos tienen un público. Y si bien estamos de acuerdo con el toreo “a la francesa” (sin lastimar al toro), bien sería que fuéramos más democráticos en temas que si lo ameritan. Y les aseguro que hasta el “no” total hubiera ganado. En fin. Y por cierto: en lenguaje taurino, descabello es cuándo se mata a un toro que no ha podido ser muerto con la espada, y se le clava un puñal en la nuca; y en lenguaje coloquial, algo “descabellado” es algo absurdo e inviable, como el imponer esta ley sin consultar a los afectados. Clic sobre la imagen para agrandar.
MonoAureo 
Estoy de acuerdo con Calderón en que decisiones de este tipo deben ser consultadas. Y es parte de la democracia también. El partido Morena se ha caracterizado desde un inicio, como un partido autoritario, en donde la mayoría de las decisiones no se le pregunta a la gente. Soy lacto-vegetariano por convicción. Y no me gusta ni comer animales, mucho menos verlos sufrir. No importa si es un toro, un gallo, un perro o un gato. ¡No hay diferencia! Tienen derecho a una vida tranquila y en paz, como los seres humanos. Sé que existe una parte cultural. La esclavitud también fue completamente normal hace 200 años. Y hoy no lo es. Es necesario evolucionar como sociedad. Pero para eso, se requiere convencer y alzar la voz por quienes no pueden hacerlo (animales). Y el problema es la violencia con la que se trata a los animales (corridas de toros o peleas de gallos, por poner un par de ejemplos). «La grandeza y el progreso moral de una nación puede medirse por la forma en que trata a sus animales». Mahatma Gandhi.