
La última “travesura” de Trump: que la base que Estados Unidos mantiene en Cuba, en Guantánamo, se use como centro de detención, en especial de aquellos migrantes a los que sus países no quieren de vuelta y con los que no tiene buena relación: Cuba, Nicaragua o Venezuela, para empezar. Y como hay un criterio judicial que considera que esa base no está en territorio de Estados Unidos, y por lo tanto, no se pueden usar los recursos legales habituales, cosas como el respeto a los derechos humanos, el debido proceso o la prohibición de la tortura no aplican. Por eso, Rapé en Milenio propone una adecuación a la estatua de la libertad.