Y sí: a muchos mexicanos les molestó que le aplaudieran a Trump decisiones tan absurdas como eliminar el respeto a la diversidad de género o el cierre de la frontera. O peor aún, que Florida ya haya utilizado “gulf of America” en un documento oficial. O que ya hayan presentado en la Cámara de Representantes una iniciativa para comprar Groenlandia. Pero no se dan cuenta de que el tema no es Trump: es el culto a la personalidad de los neopopulismos lo que se está criticando. Y vaya que de este lado lo vivimos el sexenio pasado y lo que va de este. La diferencia, si acaso, es que Trump lucra con ello sin límites y acá es el puro aplauso: la criptomoneda $Trump, que emitió el día de su toma de posesión, le dio a ganar seis mil millones de dólares en esta semana. ESO es idolatría. Alarcón en El Heraldo.