
Quedó claro que en Venezuela hubo un gran fraude electoral. La oposición demostró su victoria con el 80 % de las actas. Ganaron 2 a 1. Incluso, la supuesta juramentación del tercer periodo presidencial de Nicolás Maduro se hizo grabada y no en vivo, por el temor de que tomara el pueblo la Asamblea Nacional. Europa y gran parte de América le negaron reconocer su victoria. ¿Qué silencios fueron claves? Los de los funcionarios mexicanos, quienes alegando que “el pueblo venezolano es soberano y quien debe elegir a sus gobernantes” no vieron la magnitud del fraude cometido y, con su silencio y con un representante, validaron el robo electoral. ¿Será porque se identifican con el modelito? Jabaz en Milenio.