Ayer dio conferencia de prensa en su hotel de Mar-a-lago el presidente electo de EE. UU. Además de decir que Dinamarca debe ceder Groenlandia a Estados Unidos “por temas de seguridad hemisférica”, o de que el juez que lo acusa “parece un verdugo y hay que controlarlo antes de que haga más daño”, también señaló que en México “gobierna el narcotráfico” y que hay que cambiarle el nombre al accidente geográfico de “Golfo de México” por “Golfo de América”. Nos atreveríamos a decir que es una mera ocurrencia inútil y absurda, que ignora la historia (cuándo todo ese golfo era territorio novohispano) y la tradición. Pero luego oímos que quieren cambiar el escudo de la Ciudad de México porque “es de la época colonial y ya no es congruente con nuestra realidad” y entonces vemos que las tonterías políticas están en todas partes y no nada más allá. Rictus en El Financiero.