
Perdimos el panel en el marco del T-MEC sobre maíz transgénico. Los expertos dijeron que “no probamos con bases científicas” que haga daño a la salud, que lesione la biodiversidad (pues es estéril) o que perjudique objetivamente la economía. Así que tendremos que levantar las barreras comerciales a su importación y/o pagar compensaciones por casi 10,000 millones de dólares. Pero no se apuren: presentó la presidenta Sheinbaum una iniciativa para declararlo “inconstitucional”, y como ya eliminó la Ley de Amparo, tendremos que acatar su idea. ¿Cuál no será la prisa que, aunque el Congreso está en receso, ya se aprobó el dictamen en comisiones? Nos lo va a imponer hasta en los nacimientos, pues. ¿No que era científica? ¿Por qué sigue tomando decisiones por ideología y no por evidencia dura? Horax en Milenio.