
Posiblemente no se enteraron, pero el viernes en la noche, justo antes de que empezaran las vacaciones masivas, el Diario Oficial de la Federación publicó un obituario… perdón, una “edición nocturna”, con el decreto que desapareció los órganos autónomos. Perdimos ese día el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MejorEdu) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Sabemos que para la gran mayoría de la población son solo siglas y algunos burócratas detrás de ellas; para otros, era el andamiaje institucional que evitaba los abusos del gobierno y el desperdicio de recursos. Bienvenidos, de nuevo, al pasado. Veremos qué tan rápido retrocede el país. O si tenía razón la Cuarta Transformación y eran inútiles. Perujo en El Economista.