En una reciente entrevista, Donald Trump señaló que México y Canadá “reciben tanto dinero de Estados Unidos (por el superávit comercial) que lo ideal sería que ya se vuelvan los estados 51 y 52” de ese país. Por supuesto, no lo dice en serio. Está burlándose de la situación. Aunque algunos, como Fisgón en La Jornada, lo toman en serio; diciendo que, además, es algo que se ha promovido por la oposición por muchos años. La verdad es que no: el Tratado de Libre Comercio de América del Norte funcionó bastante bien para ayudar a desarrollar el país, sobre todos los estados del Norte. Fue tan bueno que, hasta un férreo opositor, como lo fue AMLO, decidió continuarlo y renegociarlo como el T-MEC. Pero de eso a una integración total, hay mucha distancia. De cualquier modo, los absurdos de Trump hacen buen eco entre la izquierda radical: se la creen. Aunque sea para atacarla de manera igual de ridícula.