Nuestra presidenta Claudia Sheinbaum, a diferencia de su antecesor, fue a la cumbre G-20 sobre el cambio climático en Brasil. Qué bueno que aceptó participar en un encuentro internacional, de esos que no le gustaban a su provinciano antecesor. Pero estando en ese foro, sugirió que se haga “Sembrando Vida” en todo el mundo, aportando el 1 % del gasto en armamento “porque así acabamos con la guerra y reducimos la pobreza”. Lástima que, ni el programa ha sido realmente exitoso, ni ha funcionado la “construcción de paz” en Guerrero, Sinaloa, Michoacán, Chipas, Guanajuato. Ni la reducción de la pobreza en todo el sur del país. Ahora si que, nuevamente, “candil de la calle, oscuridad de la casa”. Horax en Milenio.