
murió esta semana el mejor beisbolista mexicano de todos los tiempos: Fernando Valenzuela. “El Toro de Echohuaquila” permitió que los Dodgers de Los Ángeles le ganaran el tercer juego de la serie mundial de 1981 a los Yankees de Nueva York; fue el novato del año 1981, ganador del trofeo Cy Young y campeón de las grandes ligas ese año. Además, tiró un juego sin hit ni carrera —considerado la perfección del picheo— con ese equipo, y se mantuvo por muchos años más en la Gran Carpa. Incluso, Los Dodgers ya retiraron su número: no volverá a haber un 34 en ese plantel. Claro que nos hubiera gustado que vea cómo su equipo le vuelve a ganar a sus históricos rivales en el clásico de otoño de este año, pero… lo verá desde el campo de sueños. Porque, como bien dice Perujo en El Economista, nos falta el 34. El más grande mexicano en las Grandes Ligas del béisbol. Descanse en paz.