Y ahora que han arreciado las críticas contra el sorteo de candidaturas para jueces y magistrados, hay quien brinca para decir que en la antigua Grecia se usaban las tómbolas constantemente. Y que los sorteos son una manera más justa de hacerlo; que no se debe criticar la medida hasta que no se vea que sí funciona o no. De cualquier manera, parece absurdo pensar que un juzgador elegido al azar sabrá más y podrá hacer mejor trabajo que aquel que se ha formado durante largos años en la carrera judicial. Pero bueno, ya se sabe que lo que pretende el actual gobierno no es mejorar la procuración de justicia, sino evitar que el Poder Judicial pretenda controlar sus desatinos, como lo hicieron con AMLO y sus burradas, y controlar cada vez más poder a favor de la presidenta. Horax en Milenio.