
Había dicho la presidenta electa que ella no viviría en Palacio Nacional, sino que se mantendría en su casa de Tlalpan. Pero salió el presidente López Obrador a decir que ella viviría en Palacio Nacional, porque es parte del estilo de la cuarta transformación. Así que Claudia Sheinbaum dijo que con mucho gusto se allana al deseo de su antecesor y que le hará caso (como en la designación de la mitad de su gabinete). La pregunta es si en la redecoración de la casa del ejecutivo se privilegiará actuar como Pascual Ortíz Rubio, presidente sometido al Maximato de Plutarco Elías Calles, o como Lázaro Cárdenas, que subió a su antecesor a un avión y lo sacó del país (y del poder). Rictus en El Financiero.