Ocurrió ya la última ceremonia de El Grito realizada por el presidente López Obrador. Y vaya que se salió del guion: tañó la campana más de 55 veces, incluyó gritos de viva para los héroes anónimos y para los migrantes; pidió apoyos para el amor y la fraternidad universal. También gritó mueras para vicios como la corrupción, el racismo y el clasismo, entre otras cosas. Y cerró con un viva para la cuarta transformación. Total, como bien señala Horax en Milenio, fue una gritonera, mezcla de grito y mañanera. Al menos, es el último grito..