
Perujo en El Economista tiene razón: durante la discusión de la reforma judicial hubo dos direcciones a los gritos de «¡traidor, traidor!»: hacia Lilly Téllez, que llegó a esa cámara a propuesta de Morena y que ahora milita en el PAN, y hacia los Yunes (padre e hijo), que postulados por el PAN, votaron a favor de Morena, dándoles la mayoría calificada tan necesaria para el oficialismo. Queda claro que son dos tipos de parásitos de nuestro sistema político… Pero siguen allí.