
Mal se ve el presidente López Obrador condenando la violencia política en EE. UU., cuándo la elección pasada mataron a más de 35 candidatos en México, y mientras insiste en actuar violentamente contra los jueces a través de la necedad de su reforma judicial. Pero ya se sabe que le gusta ser candil de la calle y oscuridad de la casa. Alarcón en El Heraldo.