Pues nada… que la ministra presidente de la Suprema Corte, Norma Piña, le pidió cita a AMLO y a Claudia Sheinbaum para hablar de la reforma legislativa que está en marcha. Le dijeron que no: que la reforma está en el Legislativo, y que si quiere expresar una opinión, el lugar adecuado es allá. Aunque Piña sabe que en el legislativo el tema es que «no se le mueve ni una coma» que no acepte el jefe. Y la jefa dirá lo que quiera el jefe. Así que… La reforma va sin cambios y sin que importe la opinión de la Corte. Porque, en principio, esta es una última venganza de YSQ porque la Corte le detuvo varios proyectos de ley y con repercusiones políticas, ya que estaban mal hechos -y no por temas ideológicos, como sostiene la 4T–. En fin, ya veremos a dónde nos lleva el diálogo de sordos. Magú en La Jornada.