Que Alito Moreno alista una reforma a los estatutos para poderse reelegir no una, sino dos veces más —quedarse otros ocho años destruyendo al partido—. Eso se vería bien en los años de Don Fidel Velázquez, que pasó 50 años al frente de la Confederación de Trabajadores de México. Pero ahora se ve tan mal, que la propia CTM amenazó con dejar el PRI si se aprueba tal disparate: que el peor presidente que ha tenido el tricolor —juzgado por sus resultados electorales— se eternice al frente del partido, hasta que pierda el registro suena muy mal. Tan mal, que ni la corriente del priísmo históricamente más antidemocrática lo acepta. ¿Se imaginan? Pero a Alito le vale: él controla el Consejo y puede hacer lo que quiera. Y hasta más. Rocha en La Jornada.