
Que inviten a los “anti-López” al parlamento abierto de la reforma judicial no debería ser motivo de festejo para ellos: a final de cuentas, se los van a comer vivos; va a salir la reforma, como la pida el presidente López, sin que se tome ni una sola idea —aunque sea buena— de la oposición… Y ya se sabe que solo dirán que los escucharon, o peor aún, que hasta ellos la validaron con su presencia. Pero ahí van a que se los coma el tigre. Alarcón en El Heraldo.