
Que, ¡por fin!, el Tribunal Electoral ya determinó que AMLO sí le hacía violencia política de género a Xóchitl Gálvez. Pero quedará en mera anécdota: La elección ya acabó, no se puede resarcir el daño ni sus efectos, y tampoco lo van a sancionar. Mientras tanto, hay quien dice que en el beso y abrazo que le dio a la virtual presidenta electa se notaban rasgos de dominio machista por parte de él y de asco por parte de ella. Pero ya se sabe que “al gobierno más feminista de la historia” eso de la congruencia no se le da… del todo. Ahora sí que ni para la foto siquiera. Horax en Milenio.