
Dice el presidente que la reforma al Poder Judicial tiene que avanzar, porque todos son unos corruptos irredimibles, al servicio de los criminales y de los ricos, y que solo el voto popular puede enmendarlos. Pero ya dijo la presidenta electa que no; que si hay que hacerla, pero con una encuesta, con consultas, con aval de todos los involucrados, y confiando en que “solo” optarán por descabezarla, hacer cambios cosméticos y aprobar la elección popular de jueces. Menos mal que tienen opciones y alternativas entre las personas poderosas que tomarán la decisión… dicen. Sin confirmar.