
Hay quien dice que “están comprando votos”, o pidiendo foto de su voto por un partido para darles apoyos, programas sociales o hasta pagos en efectivo. Y, por lo que ha trascendido, es una práctica común a ambas alianzas. ¿La solución? Tomarle foto a la boleta tachada por el primero que paga —o por el que más paga—, o por el que tiene mayor control y ascendente (posiblemente el partido oficial, para garantizar los programas sociales…). Y luego, decir que ese voto es nulo y votar por otra opción, tomar la respectiva foto, mandarla al que paga por ese voto. Y, para terminar, anular el voto, ponerle “¡corruptos todos!”, y ponerlo en la urna, ahora sí, sin problemas. E, incluso, si le obligan a depositar una boleta previamente marcada… Puede anularla, votar por el partido contrario, y recibir los beneficios prometidos.. O, por lo menos, quedarse con la sensación de que ladrón que roba a ladrón… Horax en Milenio.