¡Pobre de Hernán Gómez Barrera! Se pasó buena parte del sexenio como uno de los porristas más intensos del gobierno. Incluso, se grabó besando pósteres de Claudia Sheinbaum en la calle. Hizo artículos y videos muy elogiosos, y escribió un libro, “Traición en Palacio” en que exhibía como Julio Scherer, el poderoso consejero jurídico de la presidencia, hacía negocios “vendiendo” juicios, apoyos legales y otras corruptelas. PERO… uno de los personajes tangenciales que aparecían era el entonces ministro Zaldívar; supuestamente, parte de la red de corrupción. Aunque dicen que el libro era un encargo del Fiscal General Alejandro Gertz (enemigo de Julio y único prominente elemento del sistema de justicia que casi no aparece en el texto) y con el visto bueno del presidente que consideró que Julio lo traicionó al usar su cargo para beneficio propio, pues se dejó correr el texto. Pero como se hizo público que “alguien” va a investigar al anterior presidente de la Corte, una persona con buena memoria dijo que en el libro de Hernán había elementos que podrían aportar las pruebas que le hacían falta a la denuncia anónima. ¿El resultado? Que le notificaron en su domicilio, en menos de 48 horas de presentada, una denuncia por difamación. Y, para complicarle más las cosas, el juez de turno es uno de los destacados integrantes de la red que denuncia en su libro. O sea que probablemente pierda el juicio por 15 millones de pesos y/o mucho rato en la cárcel. ¡Pobre de Hernán! Aunque el cartón de Alarcón en Heraldo podría llamarse como parafraseando aquella célebre telenovela: “Los periquitos también lloran”.