Pues si… Al final, si en Roma usaran los argumentos que se emplean acá con frecuencia, se vería que son ridículos y absurdos. Pero como se usan acá constantemente y muchos normalizan que la prensa “ataca porque es pagada por los rivales” y no porque es su labor criticar, analizar y exponer, pues nos quedamos con lo que hay, aunque sea absurdo, ridículo e inútil. Magú en La Jornada.