Ayer se hizo viral un video, tomado en una base de transporte colectivo en Acapulco, en que un malandro abofetea a un chofer que “no le está reportando todo”: A qué hora empieza su recorrido, a qué hora llega a la otra base, cuántas personas se suben, qué vio en el camino… mientras que un secuaz pide que “no meta las manos”. Pero en lugar de que la autoridad actúe para evitar esa violencia y extorsión, el presidente mismo desde la mañanera la azuza: Que se está preparando un “golpe blando”, que el tribunal piensa anular la elección por sus interferencias, que se busca anular el resultado “a la mala” y que se prepara un fraude electoral sin precedente. Y eso que su candidata va a arriba, que si no… Lo que llama la atención es que el desprecio a la Ley y a la sana convivencia empieza desde bien arriba, por lo que no es de extrañar que abajo se llegue al cinismo que ya se vio, sabiendo que no habrá consecuencias. Aunque ya dijo el INE que está documentando todas las intromisiones, y la presidenta del TRIFE dice que “no le temblará la mano para sancionarlo si se prueba que viola la ley”. Veremos. Horax en Milenio.