¡Nada de que preocuparse! Si se aprueba la reforma a las pensiones que permitiría a los trabajadores jubilarse con su último sueldo (topado en 16,677 pesos mensuales), el Gobierno Federal requeriría entre cuatrocientos cincuenta mil y quinientos mil millones de pesos cada año. Pero el gobierno actual ya cuenta con sesenta y un mil millones de “fondo semilla”. Se compromete a usar los fondos de los fideicomisos judiciales —que se iban a ir a Acapulco—, el presupuesto de los órganos autónomos que va a cerrar, y las las utilidades del Tren Maya, la refinería Dos Bocas y los nuevos aeropuertos para hacerlo crecer y no necesitar más dinero. Sin embargo, hay preocupación: Las obras de gobierno se estima sean deficitarias los próximos 20 años, al menos, y los otros fondos considerados son “de una vez”, por lo que ofrecerlos para un gasto recurrente no sirven. Horax en Milenio.