
Durante la mañanera, el presidente denunció que habían sido hackeados los datos de 300 periodistas que acuden a la mañanera; alegó que posiblemente había sido el equipo de Guacamaya Leaks, contratados por Claudio X. González, “que tiene mucho dinero para contratar a los mejores hackers del mundo con tal de dañarnos, de desprestigiarnos”. Peeeeero… por la tarde su vocero, Jesús Ramírez Cuevas, y la Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, aclararon que: los afectados no fueron 300, sino 260; que el acceso ilegal ocurrió desde España, y que se hizo con las claves de una persona “que ya no trabaja aquí, pero que tenía el acceso a los sistemas”. Total: no hubo hackeo, sino descuido; una persona que ya no está tiene los accesos intactos; y los nopales siguen besándole las patas al que les hace daño. Horax en Milenio.