En pleno juicio por acoso sexual —que parece que podrá llegar a ser acusación de violación, así de plano—, Donald Trump pidió hablar y propuso que los presidentes »deberíamos tener total impunidad”, porque si no pueden acusarnos falsamente de cualquier cosa y perdemos capacidad de ejecutar acciones y tomar decisiones. Poco antes, uno de sus abogados planteó en otro de los juicios que los presidentes deberían poder perdonarse de todas las acciones que tomen, “aunque maten a un opositor político”. No, pues el candidato republicano puntero ahora quiere ser dictador. Y esperemos que de este lado del Río Bravo no recomienden algo similar, ahora que están preparando reformas constitucionales a punto de acabar su gobierno. Y más con tantas acusaciones de corrupción en su entorno cercano. Jabaz en Milenio.