
Pues sí, se inauguró el Tren Maya. En uno de sus ramales (de varios). Sin estaciones intermedias. Tardando el mismo tiempo que en camión, pero al doble de costo (en el servicio de lujo). Con cuatro vagones por tren. Y con todos los defectos que señala el cartón de Paco Calderón. Pero no falta que haya quien lo aplauda, señalando —principalmente— que es una promesa cumplida del presidente. Sí, con mucha mañana, se puede decir que sí. Como la refinería Dos Bocas, ya inaugurada, pero que no refina. O el Aeropuerto Felipe Ángeles, ya operativo, pero con tan pocos vuelos que requiere casi 8 millones de pesos de subsidios cada día. O como Mexicana, que tiene un solo avión para operar toda la aerolínea. Y, esperemos, no acabe como otra obra emblemática de la izquierda, que se hizo a la carrera y que terminó colapsando: la línea 12 del metro de la CDMX, cuya principal responsabilidad por la falta de mantenimiento recae en la candidata presidencial de Morena. ¿Será que también exonerarán a alguien si falla el tren maya? Clic sobre la imagen para agrandar.
1. Un aeropuerto con poca afluencia. 2. Una refinería que no refina. 3. Y ahora un tren mal planeado, mal hecho, con fallas y que opera con pérdidas. Acá en NL, el gobernador y el presidente inauguraron un acueducto sin terminar. Como que esta costumbre de inaugurar obras sin terminar se está volviendo una costumbre de este gobierno basura.