En conferencia de prensa, el presidente dijo que «se liberó a Ovidio Guzmán para evitar más muertes» y que su gobierno no combatirá la violencia con la violencia, porque «somos humanistas». Aún así, en Culiacán hubieron 13 muertos en los enfrentamientos y en su gobierno van más muertos (en lo que va del año) que en el año más violento de Calderón o Peña Nieto. Tal vez tiene razón en que se requiere tiempo para que su estrategia dé frutos; pero en la medida en que el Estado renuncie a ejercer «el monopolio del uso legítimo de la violencia», la violencia seguirá, y cada vez más intensa. No se hagan bolas… Tiene que procurar la paz, sí; pero dejando actuar a los malos, la «Pax narca», no es la salida. Hay tareas a las que no se puede ni debe renunciar. Alarcón en El Heraldo.