Durante dos días, Morena ha estado jugando con la interpretación de la ley para impedir que el PAN asuma la presidencia de la Cámara de Diputados que legalmente le corresponde. O si la acepta, pero no con las propuestas panistas. Ayer tres veces se votó y tres veces se rechazó. Y es que un diputado panista que convence a todos por su buen desempeño como vicepresidente en San Lázaro, el ex gobernador de Morelos Marco Adame, no es bien visto por la dirigencia partidista. Y los que el partido proponen no son aceptables por la oposición. Así que Mario Delgado sigue jugando al yo-yo con los panistas. ¿Lo alcanzarán? Horax en Milenio.
