En una desafortunada declaración, el presidente López Obrador aclaró que «no me referido al problema del sargazo, porque no es gravísimo» y que «hay quien lo magnifica para dañar al gobierno». Y para demostrar su punto señaló que se recoge más basura en la ciudad de México en un día que lo que se recoge de sargazo, esa alga apestosa y abundante que está acabando con el turismo en la Riviera Maya. Pues no: el tema si es grave, urge resolverlo y no hay solución fácil. Así que… ya no tarda la consulta popular para ver si el sargazo se queda en la playa o se va. Garcí en El Financiero.

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