Como candidato, López Obrador se opuso a la construcción de una termoeléctrica en Morelos, por «el daño ecológico y el despojo de agua», dijo. «En la tierra de Zapata no permitiremos esto». Ya como presidente, fue a decir que se hará la termoeléctrica «porque se necesita para el desarrollo de Morelos y del país». Ante la rechifla generalizada, dijo que «se hará una consulta», sabiendo que esos ejercicios ilegales siempre los gana. Pero… se va a complicar: ayer mataron a uno de los principales opositores a la termoeléctrica, el luchador social Samir Flores. Dijo el presidente que «lamentaba su muerte, pero que la consulta va porque la termoeléctrica se necesita». Uy. Se va a poner ruda la cosa esa… Magú en La Jornada.
