Como desde el 1 de enero de 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) volvió a aparecer, ahora oponiéndose al Tren Maya, reivindicando que son los únicos representantes de los indígenas y pueblos originarios y diciendo que se opondrán «al nuevo partido en el poder». O sea, todo normal. Excepto porque ahora que ganó la izquierda -o el Neonacionalismo revolucionario para ser más precisos- se esperaba que se moderaran. Pero no. Siguen en sus berrinches de Baby Boomers… Chavo del Toro en El Economista.

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