Pues se entiende la necesidad de tener un presupuesto austero y balanceado, pero… ¿No podrían predicar con el ejemplo? Mientras pelean que el judicial se baje los sueldos, en el legislativo tendrán millonarios aguinaldos, y en el ejecutivo siguen desperdiciando recursos que da miedo… Así, ¿cómo creerles que son verdaderamente austeros? Y quién paga todo, el pueblo, ignorado como siempre. Rictus en El Financiero.
