… Y hoy, a un año del terremoto del 19 de septiembre de 2017 y a 33 años del de 1985, hay tres cosas que no debemos olvidar: que la solidaridad que desataron estos movimientos sigue viva; que aunque Presidencia diga que «98% de los afectados ya fueron atendidos» o que el gobierno de la Ciudad de México diga que todos los fondos llegaron, aún hay damnificados no atendidos y que la ayuda no debiera ser «un simulacro»; y que en caso de sismo «no corro, no empujo, no grito» y sigo los protocolos de seguridad. Así que ¡Ánimo y que todo marche bien! Rictus en El Fin
anciero.
