Pues algo suena muy muy mal, desde el momento en que dos de los presuntos miembros del comité técnico del Fideicomiso «por los demás» salen a decir que ellos fueron invitados pero «no participaron» o que «usaron su nombre sin su autorización». Eso dijeron Elena Poniatowska y Paco Ignacio Taibo II. Y ojo: de que puede ser cierto de que el origen del recurso sea lícito y que se le entregó a los damnificados, puede ser. Pero de que su operación es poco clara e ilegal, y de que tiene todos los elementos para «compra de voto» y «lavado de dinero», también. Un ejemplo: los vídeos de los beneficiarios dicen que «recibimos el dinero del señor López Obrador». O sea, de un candidato en pleno periodo electoral. Y de que fueron funcionarios y candidatos de Morena los que retiraban millones de pesos en cheques de caja, también está probado. Y sí, su argumento es que «no hay cajeros ni sucursales del banco en las zonas afectadas, se hizo para facilitar la entrega» puede ser válido. Pero es ilegal: de acuerdo al contrato, solo los damnificados podían recibir el recurso. y si un candidato retira dos millones en efectivo, ¿cómo sabemos que esos dos millones llegaron a los beneficiarios y no se perdieron por allí? De que se ve mal, se ve mal. Y de que es sospechoso, es sospechoso… Pero como dijimos en la entrada anterior, al enojarse y defenderse mal y cambiando el argumento, se ven peor. Nerilicón en El Economista.
